Guía cuidadores

Adela llegó a casa y encontró a su marido tumbado en el suelo. Jose había sufrido un accidente cerebrovascular, y desde entonces no habla, tiene dificultades para andar y necesita ayuda para tareas como asearse y comer… Su carácter no es el mismo y a veces no la reconoce. Ahora la vida de Adela gira entorno a las necesidades de Jose, dejando de lado sus propias necesidades.

Este es uno de los muchos ejemplos que podríamos mencionar. Son numerosas y muy diferentes las circunstancias por las que una persona puede convertirse en cuidadora. Frecuentemente, en el inicio del cuidado, la persona aún no es plenamente consciente de que es el miembro de la familia sobre el que va a recaer la mayor parte del esfuerzo y responsabilidades del cuidado y que va a implicar un progresivo aumento de dedicación en tiempo y energía.

Esta guía pretende concienciar a las familias del gran papel que desempeñan como cuidadores y cuidadoras y de la necesidad de cuidarse a ellas mismas.

En definitiva, aprender a cuidarse para cuidar.